¿Qué es el líquido de frenos y cuándo cambiarlo?

En el sistema de frenado de cualquier vehículo se encuentra un elemento imprescindible como es el líquido de frenos. Sin este sería imposible frenar tu coche algo que podría provocar problemas y muy graves. Desde nuestra empresa de recambios de automóviles te aconsejamos que estés muy atento a las señales que te indican cuándo debes cambiarlo y por supuesto, que lo hagas cuanto antes.

Síntomas que avisan sobre cuándo cambiar el líquido de frenos

Este fluido hidráulico es el encargado de transmitir la fuerza que se ejerce en el pedal del freno hasta los pistones del vehículo. La mayor parte de los fabricantes aconsejan cambiarlo entre los dos y cuatro años desde la última vez que se hizo o entre los 60 000 y 80 000 kilómetros, lo que antes suceda. A partir de esta fecha el rendimiento de los frenos va empeorando y por tanto, la seguridad dentro del vehículo se verá mermada significativamente.

Uno de los síntomas más habituales que deben ponerte en alerta es cuando al pisar el pedal del freno el mismo baja demasiado. En este caso es probable que el líquido de frenos no se encuentre en su mejor momento y haya que sustituirlo. De cualquier forma, no es la causa principal siempre. Unas pastillas de freno gastadas aumentan también el recorrido de este pedal. Si los frenos hacen ruido cuando se frena, es probable que sea necesario un cambio de pastillas.

Si estás bajando un puerto de montaña y abusas demasiado del freno, puedes notar que el pedal se encuentra más esponjoso o blando. Eso se debe a que el líquido de frenos se ha encontrado a demasiada temperatura durante bastante tiempo. Esto ha hecho que los latiguillos de freno se hayan dilatado y se haya evaporado agua lo que a su vez ha generado burbujas. Este efecto conocido como “vaporlock” no es muy bueno. Habrá que sustituir el líquido y revisar los latiguillos para comprobar que no hayan sufrido una dilatación.